Esta breve historia combina dos cosas que me gustan mucho. La playa y el queso. Durante el verano del 2022, descubriendo la isla de Menorca con mi hermano, mi novia y mi cuñada, condujimos hasta Cala Pregonda, una gran playa de arena roja. Pero la experiencia destacada de aquel dĂa fue nuestro pit-stop en una granja quesera en algĂşn lado del campo menorquĂn.


Los alrededores de la granja.Â


La vista de la entrada, desde el balcĂłn de la finca.Â
AquĂ vamos, andando por la carrertera en nuestro VW Tcross de alquiler mientras el sol era aplastante.
El escenario: un dĂa de esos en que el aire parece una sopa caliente y la carretera estaba custodiada por muretes de piedra que parecĂan sacados de un cuento medieval. Nuestra misiĂłn era simple y clara: encontrar alivio en el mar y olvidarnos del termĂłmetro por un rato.
Dentro del coche, sonaba la tĂpica playlist «Verano 22» y el aire acondicionado no era suficiente. En ese lado de la isla, no tenĂamos cobertura, pero asĂ y todo, el GPS indicaba que faltaban unos 20 minutos para llegar a destino.
De repente, en un cruce de carreteras, nos topamos con un cartel que leĂa «queso fresco MenorquĂn, hecho en la finca» y una flecha a la izquierda. ÂżQuiĂ©n en su sano juicio ignorarĂa semejante llamado a la gloria gastronĂłmica?
Acto seguido, ingresamos a la finca. El camino de acceso era de arena y estaba rodeado de palmeras. Era una mezcla extraña entre Arabia Saudita y la Toscana.
Dentro de la casa antigua, fuimos atendidos por una señora mayor, algo antipática. Ahà estábamos, rodeados de variedades de queso. Y, como era de esperarse, nuestra voluntad de resistir a la tentación se desmoronó ante la primera prueba.
Resultado: salimos de ahà con más queso del que nuestras conciencias (y estómagos) estaban preparados para manejar.




AsĂ que sĂ, el plan era refrescarnos en el mar, pero la vida, amigos mĂos, a veces te lleva por caminos de arena hacia casonas antiguas llenas de queso.Â
Y, ÂżquiĂ©n somos nosotros para negarnos a esos pequeños desvĂos del destino?


Quesos curados y el clásico queso local «Mahon».


La Ăşnica forma de neutralizar el calor.Â
Seguimos carretera y finalmente llegamos a la playa. Fue un momento de catarsis, donde el Ăşnico pensamiento posible era el agradecimiento por la belleza y las sorpresas que nos regala el camino.Â
Un gran baño de mar y un atardecer con quesos frescos hicieron de aquel dĂa, una historia que me enseñó que a veces, los desvĂos inesperados son los que hacen la historia verdaderamente memorable.
Lifetime Value
La calidad de los materiales con los que trabajamos garantizan el valor de la obra a través del tiempo.
Lista para colgar
Nuestros marcos llegan listos para colgar en cuanto salen del packaging.
Enmarcado a mano
Cada marco es producido de forma artesanal por talleres especializados en Fine Art.
Hecho a medida
Cada historia, es enmarcada según el tamaño, color y preferencia del waller.
Devoluciones
Cada fotografĂa se imprime y enmarca especialmente para ti, en el tamaño y marco de tu elecciĂłn. Esto significa que no podemos aceptar devoluciones ni cambios. TambiĂ©n nos es imposible realizar cambios o cancelaciones en los pedidos despuĂ©s de las 24 horas. Si por cualquier motivo tu Timewall llega en una condiciĂłn que no sea perfecta, por favor háznoslo saber y resolveremos el caso.Â
EnvĂos
Debido al trabajo artesanal y a medida, cada pieza puede tardar entre 2 a 3 semanas en imprimirse, montarse, enmarcarse y enviarse. Recibirás un nĂşmero de seguimiento del proveedor de envĂo para que puedas estar al tanto del envĂo.











